PROS Y CONTRAS DE OBTENER UN TRABAJO

 

Después de graduarme de la escuela de derecho en 1994, y dado que no fui bendecido con el brillante ingenio ni el estilo extravagante de Oscar Wilde, me enfrenté a la inevitable rutina de conseguir un trabajo o comenzar un negocio.

 

La tentación de un ingreso estable con cobertura médica, un plan de jubilación y vacaciones pagadas eran demasiado fuertes para ignorarlo.  Incapaz de convencer a algún bufete de abogados sudafricanos de emplearme con un salario mínimo para realizar trabajos duros como aprendiz, me fui al mundo de la banca y las finanzas.

 

Me embarqué 25 años en un empleo remunerado bajo la creencia de que este era el curso de acción más prudente. Veinte años después, me di cuenta de que me había institucionalizado. Me había convertido en un sirviente profesional. Prácticamente todo lo que hacía se basaba en el antojo de los huevos de mis superiores.

 

También me di cuenta de que tenía más de un jefe. Durante tres días de la semana, estaba trabajando para el hombre en la oficina grande de la esquina con el Rolex de oro, el Porsche y el pene chiquitito.

 

Durante los otros dos días, trabajaba para el recaudador de impuestos, quien ni siquiera confiaba en mí para pagarle directamente. Iba con mi jefe de la oficina de la esquina y lo hacía pagar mis impuestos esos dos días justo antes de que el dinero llegara a mi cuenta bancaria. El recaudador de impuestos depositaría ese dinero al gobierno, el cual luego encontraría formas innovadoras y creativas de administrarlo mal.

 

También entré en una crisis de relevancia cuando la tecnología comenzó a deslizar sus desagradables tentáculos en mi territorio.  El futurista Yuval Noah Harari habla sobre el futuro de la irrelevancia. En el pasado, la gente estaba preocupada por ser explotada por sus empleadores.

 

Harari dice que el desafío futuro para la humanidad no será sobre explotación, sino la relevancia. La gente se enfrenta ahora a la amenaza de la irrelevancia a medida que la automatización, la inteligencia artificial y el big data comienzan a desplazar el empleo tradicional. De la misma manera que lo opuesto al amor no es odio, es indiferencia; la explotación tiene que ser mejor que la irrelevancia.

 

En lugar de que el espíritu emprendedor sea una opción para las generaciones futuras, pronto podría convertirse en obligatorio.  La tecnología está obligando a los trabajadores redundantes y a los nuevos en el mercado laboral a una situación en la que la única opción es iniciar tu propio negocio.

 

Además, a medida que la tecnología revoluciona la economía en ciclos cada vez más cortos, las personas tendrán que reinventar continuamente sus habilidades, ya que los requerimientos están en constante evolución y cambio.

 

Los días de estudiar una carrera y dedicar tu vida a la misma han terminado. Tendrás que adquirir nuevas habilidades y embarcarte en un viaje de aprendizaje continuo.  En este mundo de cambio constante, las destrezas psicológicas, comunicativas y creativas como la inteligencia emocional, las habilidades de comunicación y negociación y la capacidad de vender van a tomar más importancia.

 

También aumentará la importancia de la educación financiera y la capacidad de crear oportunidades fuera del mundo de las grandes empresas.

 

Entonces, ¿cómo resolvemos todo esto? Si conseguir un trabajo es la peor estrategia financiera a largo plazo, ¿por qué no todo el mundo simplemente irrumpe en las oficinas de sus jefes, entrega sus cartas de renuncia y sigue sus pasiones?

 

Eso sería tonto e irresponsable, especialmente si tienes dependientes financieros.   El camino hacia la libertad financiera es exactamente eso: un viaje. Es un proceso que requiere una inmensa cantidad de trabajo, esfuerzo y coraje.  Requiere que creas en ti mismo, determinación, disciplina, compromiso y un plan a largo plazo.

 

No requiere que seas un genio, pero requiere que seas curioso y de mente abierta. Albert Einstein dijo: "No tengo talento especial. Sólo tengo una curiosidad apasionada".

 

El mundo no es binario. No es un juego de póquer donde tienes que retirarte o apostar al máximo. Hay cincuenta tonos de gris y muchos otros colores.

 

Puede ser que te guste el trabajo pero no te guste la compañía en la que trabajas.  Supongamos que eres un asesor financiero en una gran casa de bolsa; prueba las aguas para ver si algunos de tus clientes más grandes querrían irse contigo si decides independizarte.

 

Otra opción es conseguir un trabajo de medio tiempo antes de dar el gran salto de la independencia financiera. Asegúrate de no competir directamente con tu empleador actual. CNN publicó un informe en 2017 donde dijeron que 44 millones de estadounidenses tienen u negocio secundario que trabajan en paralelo al de tiempo completo.

 

Tal vez tengas un buen olfato para los bienes raíces. En lugar de meter tus ahorros en una cuenta bancaria, podrías comprar un par de departamentos de alta calidad y alquilarlo y comenzar a desarrollar un flujo de ingresos independiente a tu empleo formal.